jueves, 19 de marzo de 2009

Algunas noches


Muchas noches no he podido dormir pensando en las estigmatizaciones que hacen que incluso ser feminista deba vivirse de una manera determinada. He tenido pesadillas con las imágenes de lo que según algunos y algunas debe ser una buena feminista, como si la lucha de género se enmarcara en una sola dinámica, como si existiera un objetivo “correcto” o “definitivo”. Como si la idea de progreso lineal y univoco fuera posible.


En esos sueños perversos he visto a mujeres que pretenden ser hombres, que pretenden suplantar la figura masculina, que quieren tener el control de todas las situaciones aún haciendo uso de la coacción y complicadísimas maniobras de manipulación. A ellas, las súper hibridas, en el mismo sueño las he visto llorar tras bambalinas y las he visto sucumbir frustradas ante su propia identidad.


Otras noches he sentido esperanza, he visto en ojos ajenos –muchas veces verdes- la añoranza del cambio, de la conquista de la identidad femenina, de lo propio, de lo interno; se ha despertado en mí la ilusión de pensar que las mujeres por fin vamos a entender que las reivindicaciones de género no se enmarcan en una única teoría, en una única mirada del mundo. Que vamos a saber que las revoluciones más poderosas son aquellas que se viven en nuestras propias relaciones sociales, en la manera en la que hablamos con nuestros amantes, en cómo vivimos nuestra sexualidad, en como leemos el periódico.


Por ahora espero que los ojos verdes y las otras chicas, reconozcan que este es un estilo de vida que se vive desde la individualidad y que si se toma debe ser portado con orgullo y dignidad para toda la vida, aún con el costo de tener que descubrir un camino propio.

1 comentario:

  1. Hay muchos feminismos, sí, es una manera de estar el el mundo y se puede vivir compartiendo el mndo con las demás personas, ser "feministas reconciliadas" que no están en contra de las personas, que están en favor de la diversidad y del respeto mutuo.

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